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Magia de Mentira

Sueños

Motos

Odio dormir la siesta. Esta vez sólo quería tirarme unos minutos en la cama para pasar la tarde y he dormido dos horas. Por supuesto, he soñado.

Encontraba una moto azul enorme abandonada. No llevaba ningún distintivo, pero yo sabía que era una moto de policía. Me decía a mi mismo, qué coño, y me la llevaba a a pasear. Mis nervios se ponían a cien cuando pasaba cerca de algún policía y ni me miraba(maldito seas, coche de policía que me estuvo siguiendo esta mañana durante diez minutos). Se quedó en mi cochera un par de noches. Después tuve que pensar en ocultarla en otro sitio. Encontré una cochera privada, donde guardé tanto mi coche como la moto azul enorme debajo de un plástico blanco. De repente, el dueño de las cocheras venía y tuve que sacar la moto. Pero claro, no podía sacar ambas cosas. Me empezaba a poner nervioso. Mi primo, que pasaba por allí por algún motivo (y al parecer me lo encontraba unos minutos antes en un escenario completamente diferente), que en la vida real (real?) es fisioterapeuta, me preguntó si había algún cuerpo. Una vaga sospecha empezaba a crecer dentro de mí. Un brazo se escurrió de debajo del plástico blanco. Por supuesto, me puse histérico. Mi primo me preguntó con toda la naturalidad del mundo si tenía pulso, y empezó a tomárselo. Me dijo que mirara por debajo del plástico y que le dijera si estaba masticando algo. Esto me produjo pánico, pues lo que hubiera ahí debajo podría morderme (maldito seas, Resident Evil 4). Miré, y ahí estaba una especie de anciana raquítica, minúscula, envuelta en un pañal y con la cara deforme, mirándome y haciendo grandes aspavientos con la cabeza como para decirme que sí, que estaba viva, y masticando, y lo que quisiera, pero que la sacara de ahí.

Y yo paseaba en brazos por la cochera privada al ser en pañales venido a menos, llorando, gritando que lo sentía, que lo sentía, que lo sentía.